Más allá de la red

Parece que, desde ayer, no existiera en el mundo otra película que Matrix Revolutions, la clave de todos los enigmas, el Apocalipsis de esta biblia de nuestro tiempo. Los comentarios sobre la tercera parte de la trilogía nos asaltan en cada rincón de la red, monopolizan las portadas de las revistas de cine e incluso aparecen en los informativos de televisión. Es como si el resto de las películas desapareciera y los cines estuvieran llenos de "salas fantasma" en las que alguien, por error, se dejó puesta una bobina.

Señores, hay vida más allá de los Wachowski. Por eso, para desintoxicarse de tanta máquina, les recomiendo que se hagan un pequeño y precioso regalo: cómprense las entradas para Planta 4ª, Premio del Público en el Festival de cine de Montreal y ganadora moral, que no oficial, de la misma categoría en el Festival de Málaga- ¿alguien me explica por qué no había papeletas de voto?-. Planta 4ª no pasará a la historia del cine, pero les aseguro que les hará pasar un buen rato. Y además es española, coño, que la industria patria hay que fomentarla.

Así que si no quieren o no pueden - como es mi caso- ver Matrix, o incluso si ya la han visto, vayan al cine y vean Planta 4ª. Saldrán con una sonrisa en los labios, una lágrima en los ojos y la sensación de que todos somos mejores personas. Y pensando que este niño ha nacido para el cine. El muy...